domingo, 6 de marzo de 2011

Benigno. Capítulo 5. Último corte.

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-       Ayer estabas muy raro. Cuando entraste por la mañana te hice un gesto para que te fijases en un pajarillo que se había posado en el ventanal del fondo. Te vi caminar hacia aquí mismo y permaneciste un buen rato observando esta misma mesa. Luego tu  mirada se fue hacia la puerta de salida y  luego hacia mi con cara de perplejidad.
-       ¿Qué más hice? – pregunto abatido.
-       A la hora de comer cruzaste la calle para ir al chino.
-       ¿Al chino? –  pensando en voz alta que el resto de cosas que habían sucedido en el día de ayer tampoco habían pasado.

-       Si, a Manolito Chang. Nunca antes te habíamos visto ir alli – aclara Alicia – Todos pensamos que era un poco extraño, pero… ¿No estarás enfermo acaso?¿Porqué no vas a casa a descansar?

Durante un rato estoy absorto en mi propio asombro y al cabo de unos diez minutos me decido a cruzar la calle para dirigirme al chiringito del señor Chang.
Está cerrado. Normal, es temprano. De repente veo que la hija del señor Chang sale de la trastienda y me sonrie. Se dirige hacia la puerta y corre el pestillo de seguridad.
-       ¿Qué desea usted? –pregunta con amabilidad.
-       Sólo quería hacerte una pregunta.
-       Usted dirá.
-       ¿Haceis sushi para vuestros clientes?
-       Sólo para los más especiales – contesta con un gesto de complicidad – Sólo para clientes como usted señor Benigno.

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2 comentarios:

  1. "me lo ha dicho un pajarito" siempre he pensado que era una tontería...
    empezaré a tomármelo más en serio


    gracias por el comentario de ayer Lara, es como si buscara donde sentarme y alguien me enseña una silla

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  2. Magnífica ilustración, con un toque "manga a lo lara" que me encanta. Benigno nos tiene enganchados.
    Un abrazo

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