jueves, 17 de febrero de 2011

Benigno. Capítulo 4. Último corte.

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Los recuerdos de la ciudad no eran malos, todo lo contrario. Realmente fue mi amiga, me acompañaba en mis frecuentes momentos de soledad.
Los altos edificios del centro me protegían con su sombra en verano y me ofrecían su cobijo en forma de soportales en invierno. El edificio del Banco de Valencia estaba ahí siempre, como si lo hubiesen construido para mi. Pasara lo que pasara siempre estaba esperándome.
Cuando había vacaciones en el colegio, solía frecuentar el mercado central para que todo aquel ambiente me inundara. Los olores de los puestos de frutas y verduras, los sonidos de los mazos y cuhifarros de los carniceros y esa luz como de un Sorolla enjaulado en el propio edificio del mercado.
Por el contrario evocar a la tía Manuela y a mis compañeros de colegio me producía una completa anestesia afectiva.
-       Tal vez usted se aisló en si mismo, como mecanismo de defensa – concluyó la doctora – Tal vez su cerebro no sentía para no apreciar el dolor.

-       Bien pudiera ser doctora, bien pudiera ser – me apresuré a confirmar – pero … ¿y qué? ¿Qué hacemos?- pregunté con la esperanza de que no me saliese con lo del melón.

-       Bueno, hacemos lo que tenemos que hacer. De momento estamos hablando de ello.

La odiaba en lo más interno de mi ser cuando hacía eso. Me irritaba tanto cuando se andaba por las ramas.  ¿Tanto trabajo le costaba ser sincera? ¿Tanto esfuerzo le suponía decirme que las cosas que me pasaban no tenían solución? O acaso es que… No tenía ni puñetera idea de lo que hacer conmigo.
Muchas veces pensé en no volver, pero siempre regresaba, siempre.

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4 comentarios:

  1. Benigno y sus sesiones....interesante.
    El dibujo es sensacional. Adoro ese rojo, la perspectiva un poco desvirtuada..muy buena acuarela.
    gracias

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  2. REalmente es un apunte extrarapido, no se si tardé unos 5 minutos.

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  3. Hola amigo Lara, hoy he podido leer 3 o 4 capítulos o cortes como llamas y me sigue produciendo una atracción cada episodio, para conocer el desenlace y a donde acabará todo ese embrollo del pobre Benigno.
    Tienes buenas dotes qara escribir y hacer que uno se "enganche" con la historia.
    En estos últimos has presentado algunas pinturas que me han gustado mucho y... ni qué decirte de esta de arriba. Preciosa acuarela!
    Un saludo.

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  4. No sé si me cae muy bien esa psicóloga, sin embargo a Benigno ya le estoy cogiendo cariño.

    un abrazo.

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